CUARESMA 2021 -Formación Cristiana-

Este miércoles de ceniza, inicio de cuaresma, compartimos con ustedes la reflexión realizada por el pastor Reiner junto al video seleccionado por el departamento de formación cristiana.
Época de la Cuaresma 2021
“Ahora vamos rumbo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.” (Lucas 18,31)
Cuaresma o, como se llama en otras latitudes, “el tiempo de la Pasión de Cristo”.
Este miércoles comienza un período que abarca siete semanas y que es, para los Cristianos en todo el mundo, tan (o incluso más) importante que Adviento.
Jesús se prepara para la llegada a Jerusalén. En Jerusalén reina el rito y no la fe, en Jerusalén deciden los corazones de piedra, llenos de envidia, bronca, odio. En Jerusalén a Jesús le espera la muerte, en Jerusalén ya ponen el champán en la heladera para celebrar su triunfo, el triunfo del odio sobre el amor incondicional, de la muerte sobre la vida.
En la Cuaresma estamos invitados a recorrer, junto a Jesús, este último tramo de su vida y misión que lo conduce a Jerusalén, una vida que comienza en un pueblito insignificante y en un pesebre.
En Belén lo visitaban los más humildes, en Jerusalén lo esperan los más poderosos.
Para “recorrer” la Cuaresma tenemos dos caminos. Uno es aquel que nos indicaron y enseñaron en el pasado desde “bien arriba”, es el camino del rito, el camino de cumplir sin reflexionar, sin entender, sin cambiar. Como en Jerusalén, donde viven y reinan los administradores de la religión y que celosamente cuidan su poder y que todo siga igual, sin cambios.
O el otro camino, el camino del “entender”, del “sentir”, es más bien un sendero y si nos fijamos bien descubriremos una huella, la que dejó Jesús.
En Junín de los Andes hay un “Vía Crucis”. Es la obra de un grupo de artistas y que abarca todo un parque enorme, un largo camino con muchas estaciones. Más allá del aspecto comercial y turístico, la obra es digno de verla. Cada estación invita a la reflexión, en cada estación nos encontramos con una escena, un acontecimiento de la vida de Jesús, pero con imágenes y rostros de la actualidad o de la historia de nuestro continente. Visitar el Vía Crucis de Junín de los Andes es una parte esencial en el curso de confirmación con los jóvenes de mi comunidad. En un recorrido aprenden y entienden más que en diez horas de clases.
Luego de haber caminado más de tres horas (siempre subiendo…) llegamos a la cima, donde hay una cruz…, ¿es la meta?, ¿es la muerte de Jesús la que tiene la última palabra…?
En la Biblia leemos que no es así, la enseñanza de la Iglesia apunta a lo “inexplicable”, a lo que solo se puede creer, no entender: la victoria de la vida sobre el poder de la muerte. Es el gran misterio del Reino de Dios: Dios se hizo hombre para recorrer los caminos de este mundo lleno de odio y violencia, un mundo donde reina el poder de la muerte. Si somos sinceros, si somos realistas vamos a reconocer que, para un ser humano es imposible dejar atrás este círculo vicioso.
Es por eso que Jesús asume un compromiso único y lo asume hasta las últimas consecuencias: “Padre, si quieres, aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22, 42)
Que esta Cuaresma sea el camino del sentir, del reflexionar, del cambiar…, las cosas en mi vida, y en la tuya, porque al final, llegando a la meta, hay una luz tan clara que no puede ser de este mundo: ¡Cristo ha resucitado, ha verdaderamente resucitado!
Amén.