Fiesta de San Esteban Rey de Hungría-Nivel Medio-

Hoy, como cada 20 de agosto, recordamos nuevamente a San Esteban, Patrono de nuestra comunidad educativa.
Estamos convencidos del enorme valor arquetípico y ejemplar de la vida de este gran Rey cuyo nombre llevamos con orgullo. Un nombre no es algo que se toma a la ligera, al menos en la tradición cristiana. Siempre que Dios eligió a alguien para encomendarle una misión lo nombró de modo tal que nombre y misión estén íntimamente relacionados. Así lo podemos ver en los Patriarcas, los Profetas, los Apóstoles e incluso en los modos en que es llamado Nuestro Señor Jesucristo.
Es así que estamos llamados a seguir las huellas de San Esteban. Todo el ideario que supo encarnar en su vida y en sus palabras, puede resumirse en los famosos consejos que le dejó a su hijo. En ellos podemos encontrar una luz que nos oriente en este momento tan particular que nos toca vivir, como Colegio y como País.
El ideario de San Esteban lo podemos resumir en cinco pilares (tomados de su Testamento):
- Conservar la fe.
- Respetar las tradiciones y promover la evangelización.
- Ser benigno y tener un mismo trato con todos.
- Ser compasivo y misericordioso, especialmente con los más necesitados y con los que más sufren.
- Caminar por la senda de la virtud, comenzando por la humildad.
Este año, tal como aparece en la cartelera conmemorativa de nuestro Patrono, nos centraremos en su benignidad y su espíritu de servicio. Dichas virtudes las encontramos en el tercero de sus consejos: “Hijo mío amantísimo, dulzura de mi corazón, esperanza de una descendencia futura, te ruego, te mando que siempre y en toda ocasión, apoyado en tus buenos sentimientos, seas benigno no sólo con los hombres de alcurnia o con los jefes, los ricos y los del país, sino también con los extranjeros y con todos los que recurran a ti. Porque el fruto de esta benignidad será la máxima felicidad para ti”.
Si algo distinguió la vida de San Esteban fue su entrega continua a los demás. Comprendió con enorme profundidad las palabras del Divino Maestro: “No he venido a ser servido sino a servir” (Mateo 20, 28). Así entendió que el modo de identificarse con Jesús seria por medio del servicio y de una vida virtuosa. Por eso, al finalizar su testamento escribió: “Todas estas cosas (los cinco consejos) que te he indicado someramente son las que componen la corona real; sin ellas nadie es capaz de reinar en este mundo ni de llegar al reino eterno”.
Hoy más que nunca necesitamos vivir con una entrega profunda el Evangelio, cada cual en su puesto, sirviendo a quienes tenemos a nuestro lado: los padres a los hijos y estos a los padres; los docentes entregándonos a nuestra hermosa tarea en la enseñanza para transmitir el ideario de nuestro colegio.
Pidamos a Dios la gracia de identificarnos con San Esteban cuya vida se sintetiza en la Ley del Amor: Amar a Dios sobre todas las cosas, amar al prójimo como a sí mismo y amarse a uno mismo por amor a Dios.
¡Feliz día de San Esteban!
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