Semana Santa 2021 – San Esteban – Nivel Medio-

Semana Santa 2021
“El primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo a quien Jesús amaba y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Pedro y el otro discípulo salieron para el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Como se inclinara, vio los lienzos tumbados, pero no entró. Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vio también los lienzos tumbados. El sudario con que le habían cubierto la cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó. Pues no habían entendido todavía la Escritura: ¡él debía resucitar de entre los muertos!” Juan 20, 1 – 9
El amor de Cristo, su Espíritu Renovador y la paz pascual sean con todos ustedes. Amén.
La realidad es que de la resurrección y de nuestra fe en ella depende todo: ¡somos cristianos por la fe en la resurrección!
¡Se ha cumplido lo que está escrito!
La dinámica mortal que nos aplasta está vencida, la oscuridad angustiante de nuestra existencia es reemplazada por la luz del sol naciente y nuestros corazones se llenan de paz, la paz verdadera, aquella paz que es fruto de la justicia…, porque ¡Dios hizo justicia!
La última palabra, ¿quién la tiene?, ya no la muerte…, sino la vida.
Ha triunfado la vida, ¡Cristo ha resucitado!
Amén.
Envío y bendición
Dios haga renacer en tu vida todo aquello que las angustias, los dolores, los miedos o los problemas van haciendo morir en ti y en muchas otras personas en este tiempo.
Dios haga renacer en cada uno de sus hijos y en cada una de sus hijas deseos de paz, anhelos de verdadera justicia, ganas de construir un mundo nuevo, sueños de libertad y un firme compromiso en el anuncio de la VIDA, cuyo poder trasciende toda frontera, toda ambición, todo sufrimiento y todo poder, incluso el de la misma muerte. ¡Cristo resucitó!
Amén.
Pastor Reiner